China como mercado de importación y exportación: La nueva Ruta de la Seda

La nueva ruta de la seda hacia China

En la actualidad, con las dudas que siembra en el comercio internacional las posibles políticas proteccionistas del presidente norteamericano Donald Trump, evaluar que mercados son más atractivos para la importación y exportación de productos y servicios se hace una necesidad. Como garante del libre comercio, China se ha erigido como defensora del comercio internacional, un mercado que crece rápidamente y que seguirá creciendo.

Además, con el anuncio reciente del presidente chino sobre la creación de una nueva ruta de la seda que conectará China con occidente, los sectores del transporte y de logística y distribución, sufrirán un espectacular crecimiento, abaratando costes y facilitando la importación y exportación hacia el país asiático. La iniciativa del presidente chino ya cuenta con una financiación de 210.000 millones de dólares, incluyendo trenes con rutas internacionales, puertos y centros logísticos.

Londres o Madrid son algunas de las capitales europeas conectadas de forma directa con China. En total, China está conectada con 20 líneas de tren con Europa, siendo la más larga de todas la que conecta con Madrid, convertida en el servicio ferroviario con más longitud del mundo. Sin embargo, China pretende mejorar este servicio de transporte y hacerlo más rápido y eficaz a través de la construcción del nuevo tren de alta velocidad que unirá las capitales china y rusa y que recorrerá más de siete mil kilómetros en poco más de 24 horas.

Cifras que confirman la apuesta por China.

China cuenta con potentes infraestructuras, como son los puertos de Shanghai y Ningbo, que son los dos mayores puertos del mundo, con un desarrollo y cifras de carga y descarga que no paran de crecer. El valor total de las importaciones chinas fue de 1.681.671 millones de dólares en 2015 según el último dato definitivo. Las cifras definitivas de 2016 superarán esa cantidad.

En 2015, el arancel medio en China fue de 4,52 %. Los aranceles sobre la importación de bienes en China son muy variables y van desde 0 % a 180 % en función del tipo de producto y de las relaciones comerciales con el país exportador. Las grandes reducciones de aranceles en el país asiático tuvieron lugar hace ya algunos años, pero las autoridades chinas siguen realizando ajustes en su afán por reducirlos.

Las importaciones de bienes y servicios como porcentaje del PIB suponen en China el 18,49 %, lo que supone un gigantesco mercado dado la magnitud del producto interior bruto chino y que las empresas deben aprovechar.

Por tanto, ante la incertidumbre que ofrecen otros mercados, apostar firmemente por el mercado chino como objetivo prioritario para exportar, es una decisión basada en datos muy positivos y que seguramente seguirán siéndolo, pues la economía china sigue creciendo a buen ritmo y la pujante clase media del país asiático demanda productos y servicios de calidad.