El mercado chino llama cada vez más la atención de las empresas gracias a su potente economía y su gran capacidad de producción importación y exportación. Históricamente, gracias a sus precios bajos y su alta competitividad, China ha sido uno de los grandes exportadores, sin embargo, a medida que ha ido aumentando el estilo de vida, las importaciones han conseguido hacerse un hueco muy importante en el mercado chino.
Cuando se piensa en exportar producto a China es normal sentirse abrumado por la idea y no saber cómo comenzar. Con estas líneas básicas, se podrá empezar a plantear el citado proyecto. A pesar de las grandes diferencias culturales, jurídicas e incluso de idioma, estas no son exclusivas para realizar comercio con éxito, dado que todas pueden resolverse.
Creando un plan para exportar a China
-Seleccionar el mercado al que desea dirigirse. Muchas veces la gente opta por los mercados más desarrollados como Shanghái o Pekín, sin embargo, en estos, la competencia es feroz. Hay que evaluar el producto y estudiar en qué mercado tendría mejor rendimiento.
-Rediseñar el producto de acuerdo al mercado en el que vayamos a enfocarnos. Es necesario modificar el etiquetado, la presentación y el envase del mismo para hacerlo más competitivo en el mercado chino.
-Elegir el medio de transporte de los productos. El transporte marítimo y el aéreo son dos buenas opciones.
-Crear un plan de contingencia por si se dan dificultades. Esto es especialmente importante teniendo en cuenta los riesgos burocráticos y económicos que se corren al exportar a otro país.
–Contar con una estrategia comercial clara. Es recomendable realizar un viaje al área de comercio para tener clara la situación del mercado y de la competencia, y así poder actuar con el mayor conocimiento posible.
-Establecer un plan de marketing y promoción. China es un país de imagen y de marcas, sus consumidores están muy ligados al posicionamiento de marca, por eso un buen plan de marketing es primordial. Este no tiene nada que ver con el occidental, las ofertas de bienes y servicios deben ser gestionadas en función a las motivaciones y necesidades de los consumidores chinos y de sus diferentes mercados. Por ello, es imperativo realizar una selección precisa del segmento de mercado al que nos queremos enfocar y realizar un estudio concienzudo del mismo.
-Comunicación fluida. La prensa china puede servir como un gran aliado para comunicarse con el mercado asiático y sus consumidores, sin embargo, Internet será uno de los grandes aliados. El mero hecho de poseer una página en chino no es suficiente, es preciso trabajar para tener una presencia continua y una comunicación fluida con los compradores en el mundo on-line. Redes sociales como Weibo, el equivalente a Twitter en China, pueden ser de gran ayuda para comunicarnos con el mercado. Para tener una página web en China necesitaremos obtener una licencia ICP, un permiso expedido por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino.
-Practicar el “guanxi”. La cultura oriental es muy diferente a la occidental, y eso se refleja también en los negocios. El “guanxi” es un término chino que describe la dinámica de las relaciones y redes de contactos e influencia personales, y constituye uno de los pilares de la sociedad china. Tener una buena relación personal con el cliente, el comprador e incluso el intermediario es un imperativo.
-Controlar los beneficios. Muchos empresarios españoles y occidentales no preparan previamente cómo repatriar los beneficios obtenidos en China, por lo que el trabajo dedicado a que el producto triunfe resulta indiferente. Es necesario buscar la solución que mejor favorezca a la empresa para devolver los beneficios obtenidos al país de origen. Antes de exportar, hay que tener una gestión previa clara.