La exportación a China se ha convertido en los últimos años en una oportunidad de negocio para muchos agricultores y ganaderos españoles o latinoamericanos, y es que el crecimiento del gigante asiático abre oportunidades de negocio tanto para alimentos exóticos como para otros de uso común. Un repaso por los requisitos necesarios para la exportación de productos agroalimentarios a China puede ser de gran ayuda aquí.
El mercado chino tiene una serie de peculiaridades que hacen conveniente tener presentes una serie de aspectos antes de intentar adentrarse en él. Hay que estar seguro de contar con la capacidad de distribución necesaria para abastecer a este país, algo de lo que no todas las empresas pueden presumir, y, además, es necesario diseñar una estrategia de mercadotecnia que dé a conocer el producto a los chinos e incluso les familiarice con su uso.
A tener en cuenta sobre la exportación agroalimentaria a China
Tal y como se señala desde ICEX, agencia dependiente del Ministerio de Economía de España, el número de alimentos exportados a China no ha dejado de crecer en los últimos años gracias a la calidad de las materias primas y al interés de la clase media que está creciendo en los entornos urbanos de este país.
Pero aprovecharse de esta situación en términos comerciales no es ninguna tarea sencilla, ya que los requisitos para exportar a China se hacen bastante exigentes cuando se trata de alimentos o productos procedentes de la agricultura y la ganadería.
Cualquier producto enviado se enfrentará en primera instancia a las imposiciones arancelarias y a los trámites de aduana a los que se someten a todas las mercancías que quieren traspasar las fronteras chinas. En este momento, uno de los análisis más concienzudos es el realizado por la Administración para la Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de Mercancías del gobierno chino.
No hay que olvidar nunca que las mercancías deben estar etiquetadas en chino ofreciendo toda la información sobre el origen, sus características o cualquier otra información que pudiese resultar relevante. Como es evidente, también se debe cumplir con las normas que el gobierno de China impone en materia de alimentación. Sus reglas de normalización están disponibles en la sede digital de la Administración de Normalización China, por lo que no hay que dejar de consultarla.
Es importante, aunque no indispensable, contar con un socio chino que ayude a agilizar el proceso. Su intervención es bastante útil para reducir la demora de los alimentos en la aduana, algo que, sin duda alguna, puede suponer el éxito de la operación.
Teniendo en cuenta las legislaciones y los consejos apuntados, la exportación de alimentos a China es un proceso capaz de arrojar beneficios a cualquiera que se decida a emprenderlo.