Cómo tener éxito para importar productos de China

Importar productos de China

El mercado chino está consiguiendo erigirse como capital para todas las empresas occidentales. Sus bajos costes de trabajo y producción han provocado que la mayoría de grandes compañías hayan decidido deslocalizar su producción y trasladarse al país asiático. Con todo, importar productos de China se ha convertido en una gran opción para cualquier tipo de empresa.

Importar productos de China

Hoy en día, la mayoría de productos se manufacturan en China. Hace algunos años era realmente costoso importar en el país asiático. Sin embargo, la globalización y la era digital han facilitado todo el proceso. Solo se necesita un ordenador con conexión a Internet para importar productos de China.

Al igual que todo proceso empresarial, es necesario estudiar el mercado antes de tomar una decisión. Primero de todo, es de vital importancia analizar por qué se ha escogido China, y no otro país para realizar dicha importación. Una vez estudiada la rentabilidad de la operación se debe proceder del mismo modo con la empresa escogida para la compra.

El análisis debe ir dirigido a conocer a fondo el producto que se va a importar, la experiencia del proveedor, así como intentar contrastar las experiencias con alguna otra fuente objetiva externa. Una vez concluido el estudio de mercado, se debe realizar la misma operación con los recursos de la propia empresa importadora. Elaborar un presupuesto y estudiar los recursos que se van a utilizar en esta operación. Nunca hay que dejar nada a la improvisación.

Los obstáculos a superar para tener éxito

Una vez realizados todos los estudios, la empresa puede iniciar las negociaciones. Obviamente, para tener éxito en China es imprescindible dar la sensación a la empresa china de que el negocio le va a ser favorable. Crear este clima de alegría puede ayudar a que la operación tenga éxito.

Así, negociar en China tiene algunas particularidades para los socios occidentales. En primer lugar, la barrera del idioma. Pese a que el inglés está cada vez más extendido en el país chino, en numerosas ocasiones es necesario contar con un intérprete o traductor. Culturalmente, los chinos son muy perseverantes. Llegar a un acuerdo con ellos puede parecer, en muchas ocasiones, misión imposible. Es necesario armarse de paciencia debido a que pueden producirse malentendidos.

La importancia de los estudios de mercado previos radica en numerosos aspectos. En primer lugar, los estándares de calidad de Europa y de China no tienen nada que ver. De hecho, en el país chino hay que ser muy precisos para no llevarse ningún tipo de sorpresa al volver a Europa. Por ello, es buena idea invertir en llevar investigadores, previamente, para que se cercioren de la calidad del producto. No hay que obviar que importar en China conlleva costes extras de logística y distribución. La gran distancia entre China y Europa eleva los costes de transporte, algo que se compensa por el menor coste de producción y trabajo.

Cruzar la aduana

Además del transporte, el agente de aduana puede ser el otro gran dolor de cabeza para  importar productos en China y tener éxito. Dificultan los movimientos de los empresarios occidentales y obligan a llevar a cabo numerosos trámites en la obtención de certificados, y en la formalización de seguros. Obviamente, cada país tiene su propia legislación y varía su postura con China. De hecho, una empresa multinacional o que opera en varios países debe estudiar caso por caso el trayecto desde el país hasta China, y viceversa.

En resumen, importar productos de China con éxito es algo realmente factible hoy en día, pero que obliga a vencer algunas dificultades. El país chino cuenta con ventajas empresariales en cuanto a costes reducidos, a los que se puede sacar rentabilidad si se supera la barrera idiomática, cultural, de transporte y arancelaria.